sábado, 17 de septiembre de 2016

Lo que la playa nos regala

Este verano he descubierto que detenerse a recoger conchas y piedras en la playa es muy relajante.

Pararse a observar las formas, tamaños, texturas, colores, etc. sin prisas es un placer.

Cada piedra y cada concha es totalmente única. Como las personas.

¿Qué se me ocurrirá hacer con las conchas?
















A veces, lo más sencillo es lo mejor:









Las piedras, de momento van dentro de una maceta. Sirven de sujeción a las cañas de río decoradas.

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